martes, 18 de noviembre de 2008

QUERIDO COMPROMISARIO:


Hace unas semanas deberías hacer recibido una carta mía en la que te explicaba cómo veía la difícil situación por la que está pasando nuestro partido y la necesidad de un revulsivo que devolviera a nuestros simpatizantes la ilusión y el orgullo de pertenecer al Partido Popular de las Islas Baleares. Entonces te animaba a presentarte como compromisario en tu junta local o en su defecto que votaras a aquellos candidatos a compromisario que me apoyaban.

Hoy me alegro de poder decirte, con los datos en la mano, que los resultados de las elecciones a compromisarios han sido todo un éxito para mi candidatura. Además de contar con el apoyo de múltiples juntas locales, los resultados obtenidos en Palma han sido históricos. Aunque el aparato del partido ha seguido acaparando la mayoría de delegados, lo cierto es que nunca lo había hecho por tan poco margen. Algo se mueve en el partido, sin duda y si bien estamos convencidos de que finalmente alcanzaremos los 170 compromisarios necesarios para ser escuchados el próximo 29 de noviembre, lo cierto es que la lucha por los avales está siendo descarnada y todavía necesitamos un último esfuerzo para alcanzarlos. Por eso te pido tu aval, aunque sólo sea –el voto es libre- para que el congreso se convierta en una verdadera fiesta democrática en la que no falte ni la pluralidad ni el debate.

Sin embargo, querido compromisario, no me resigno a pedirte sólo el aval. Aunque se ha pretendido vender la idea de que la presentación de mi candidatura o la de Carlos Delgado hace unos meses tenía por objetivo fracturar el partido, lo cierto es que, con la perspectiva que da el tiempo transcurrido desde entonces, estamos observando un cambio en el discurso del Partido Popular que, a la chita callando, está adoptando posicionamientos muy parecidos a los que aquella candidatura defendía, incluso ha adoptado alguno idéntico, como la no duplicidad de cargos remunerados. El PP ha terminado reconociendo que no podía separarse del sentir mayoritario de nuestro electorado. Es un primer paso, importante sin duda, pero ahora hace falta que esta rectificación se materialice en iniciativas parlamentarias y en posicionamientos políticos claros ante cuestiones clave. Este segundo paso, pasar de las palabras a los hechos, sólo va a garantizarse si nuestra candidatura vuelve a obtener un amplio respaldo en las urnas. Somos la única garantía para que el PP termine abanderando principios como los siguientes: la defensa de las libertades lingüísticas, el rechazo a la imposición catalanista, adelgazar las administraciones públicas, desregular la vida de los ciudadanos, bajar los impuestos, aspirar a la excelencia en la gestión, apostar por la seguridad jurídica, defender la libertad de los padres a elegir el tipo de enseñanza para sus hijos, dar carta de nobleza en el estatuto a la denominación histórica y secular del mallorquín. Pero sobre todo, tomar decisiones firmes para atajar el descrédito de la clase política. Estamos convencidos de que la defensa de estos principios, traducidos en políticas concretas, nos llevarán con toda seguridad a recuperar la confianza de los ciudadanos de Baleares.

El próximo 29 de noviembre tenemos una segunda oportunidad. No la desaprovechemos de nuevo. Forzar una regeneración en el PP sólo depende de ti. Si queremos, podemos.
Un fuerte abrazo,

Joan Ferrer

Candidato a la presidencia insular del PP de Mallorca

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